LIDAR, la tecnología que permite encontrar ciudades perdidas
Gracias a LIDAR (siglas en inglés de Laser Imaging Detection and Ranging), una tecnología originada en los años 60 y que en la actualidad está revolucionado el mundo de la arqueología. También se usa para otras cosas, como la medición de la capa de ozono o el relevamiento en 3D del entorno para los vehículos autónomos.
Esta tecnología funciona con pulsos de luz que penetran el bosque y la vegetación que cubre la superficie de la tierra y nos permiten darnos una idea bastante precisa de la topografía.”Es como jugar al ping pong o al tenis”, explica Fernández Díaz,doctor en Ingeniería de Sistemas de Percepción Remota o Teledetección de la Universidad de Houston, Estados Unidos. “Tiras un pulso láser y mides cuanto tiempo toma en regresar para medir la distancia”. Estos rebotes -millones de ellos- pueden convertirse luego en información tridimensional para obtener un mapa del sitio en 3D.
Esta herramienta, que ha sido empleada en investigaciones arqueológicas en países con áreas de vegetación frondosa como Belice, Guatemala, México o Camboya, permite no sólo detectar construcciones cubiertas por la vegetación, sino también restos de carreteras, terrazas agrícolas, acueductos, vallas e incluso las fronteras entre antiguos vecindarios.A diferencia del radar, LIDAR brinda un nivel de detalle y precisión mucho mayor. Y, en comparación de los métodos tradicionales, como el “entrar a pie a la selva a ver que encuentras”, dice Fernández Díaz, los beneficios son incomparables.