En la actualidad las organizaciones se esfuerzan por adoptar y aprovechar las tecnologías digitales para mejorar su eficiencia operativa, impulsar la innovación y brindar experiencias excepcionales a los clientes. Sin embargo, aplicar con éxito estas soluciones tecnológicas puede ser un desafío, debido a la complejidad de las infraestructuras, los sistemas existentes y la necesidad de una plataforma ágil y escalable.
La nube híbrida emerge como una solución poderosa, al proporcionar la escalabilidad, flexibilidad y seguridad necesarias para la implementación efectiva de soluciones digitales. Según un estudio de NTT DATA y MIT Technology Review, casi la totalidad de las empresas en Latinoamérica (98%), han emprendido su transición hacia la nube y el 80% se encuentra en la etapa de implementación u optimización.
La computación en la nube ofrece múltiples beneficios como modelos de precios, recursos y servicios elásticos, un amplio conjunto de soluciones integradas siempre disponibles. Además, permite facilidad de uso y configuración, lo cual acelera la velocidad del desarrollo empresarial. Sin embargo, no todas las cargas de trabajo deberían operar en una nube pública, debido a problemas como el tiempo de reacción esperada (latencia) y los requisitos de cumplimiento.
De acuerdo con Eric Arosemena, gerente Regional de Nube Híbrida para GBMes aquí donde la nube híbrida juega un papel fundamental, pues comenta que “Un entorno de nube híbrida combina una nube pública, una nube privada y una infraestructura local para crear una única infraestructura de tecnología de la información (TI), que permite a las empresas sacar el máximo provecho de todos los entornos informáticos, en función de sus necesidades. Esencialmente, es lo mejor de ambos mundos”.
El estudio de NTT DATA y MIT Technology Review revela que la nube híbrida está ganando terreno, ya que el 66% de las empresas latinoamericanas están adoptando este modelo, al tener ventajas competitivas como:
● Escalabilidad y flexibilidad: las organizaciones pueden escalar sus recursos de manera eficiente, ya sea utilizándolos en la nube pública o privada, según sea necesario. Esto facilita la implementación de tecnologías digitales sin preocuparse por los límites de capacidad y garantiza un rendimiento óptimo, incluso en momentos de alta demanda.
● Implementación ágil de aplicaciones: las empresas consiguen aprovechar los servicios de la nube pública para implementar rápidamente nuevas aplicaciones y servicios, utilizando la infraestructura existente en la nube privada para garantizar la seguridad y el control de los datos sensibles. Esto permite acelerar el ciclo de desarrollo y lanzar productos y servicios digitales al mercado de manera más rápida y eficiente.
● Almacenamiento y gestión de datos: las tecnologías digitales generan una gran cantidad de datos que deben almacenarse y gestionarse adecuadamente. La nube híbrida ofrece herramientas para manejar grandes volúmenes de información de manera eficiente. Los comercios pueden usar el almacenamiento escalable en la nube pública para guardar datos no estructurados y utilizar la nube privada para datos sensibles y críticos. Además, facilita la integración de datos de diferentes fuentes y su análisis para obtener información valiosa y tomar decisiones empresariales más informadas.
● Seguridad y cumplimiento normativo: la nube híbrida faculta a las industrias de un mayor control sobre la seguridad de sus datos sensibles al mantenerlos en la nube privada, mientras que emplean los servicios de seguridad avanzados proporcionados por la nube pública. También ayuda a garantizar el cumplimiento de las regulaciones y estándares de la industria, al permitir que las organizaciones ajusten sus políticas de seguridad según sea necesario y realicen auditorías internas con mayor facilidad.
● Continuidad del negocio y recuperación: esta solución brinda a las industrias una mayor resiliencia. Al mantener aplicaciones y datos en múltiples ubicaciones, las compañías pueden garantizar la continuidad del negocio y minimizar el tiempo de inactividad en caso de fallas o eventos imprevistos. Asimismo, permite la replicación y sincronización de datos en tiempo real entre entornos de nube pública y privada, asegurando que los datos estén protegidos y disponibles en todo momento.
“Las organizaciones prefieren un modelo de nube híbrida por su agilidad a la hora de mover aplicaciones y cargas de trabajo entre entornos de nube, en función de objetivos tecnológicos o empresariales. Su arquitectura también proporciona flexibilidad de recursos para ayudar a gestionar los datos recopilados de múltiples entornos e Internet de las Cosas (IoT), con recursos flexibles de computación, red y almacenamiento en la nube”, indicó Arosemena.
La consultora International Data Corporation –IDC- reveló que la nube híbrida ya es el estándar de inversión para muchas empresas en la región de Latinoamérica y la tendencia es que, para 2026, los fondos destinados a esta se equiparen a los de la nube pública. Se estima que ese año, el 28,8% de las organizaciones en la región invertirán en nube híbrida, debido a su carácter resiliente en medio de ambientes con incertidumbre económica.
«La era digital ha traído un cambio en la dinámica de consumo, que requiere la implementación de tecnologías que sean ajustables a las necesidades específicas de cada industria y, a su vez, crear modelos de negocios resilientes, seguros y competitivos en el mercado. Cada negocio es diferente, tienen una estrategia de datos y una nube pública diferente. Nuestro objetivo es construir la flexibilidad para que una empresa pueda decidir lo que es importante para su negocio», concluyó el experto de GBM.
Al acelerar la innovación e impulsar el crecimiento empresarial, las soluciones de nube híbrida están transformando la forma en que las compañías operan y toman decisiones. Asimismo, tienen el potencial de capitalizar las ventajas de la digitalización y mantenerse competitivas en un entorno corporativo en constante evolución.