La nueva TV como objeto de diseno

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Las TV 4K fueron, sin duda, una de las vedettes del Consumer Electronics Show (CES) 2013, realizado a comienzos de enero en Las Vegas. Allí, Samsung presentó su visión sobre las TV Ultra HD con su S9 (también llamado 85S9), que pudo verse asimismo en el Samsung Forum 2013 para América Latina, realizado entre el 5 y el 8 de marzo en Bogotá, Colombia.

El equipo llamó la atención por su particular diseño, bautizado como Timeless Gallery por la empresa: una pantalla de 85 pulgadas ubicada en un marco metálico de mayor tamaño que la pantalla, que sostiene el display solamente por los laterales (y no en los extremos superior e inferior).  Así, la pantalla parece flotar en su marco, estar suspendida dentro de él, al tiempo que confiere una sensación de ligereza general al equipo, más allá de sus enormes 85 pulgadas.

Con el S9, Samsung buscó reinventar el concepto de TV, llevándolo más allá de ser un mero electrodoméstico a convertirse en una pieza central en el hogar, un elemento que armoniza con el ambiente y se integra a él no solo como una TV con las últimas tecnologías, sino también como una pieza de diseño atemporal que se destaca en su entorno.

Para llegar al S9, la empresa surcoreana debió atravesar sucesivas etapas en lo que respecta al diseño de sus televisores. Con más de mil diseñadores distribuidos en seis centros de diseño en todo el mundo (ubicados en Shanghai, Nueva Delhi, Seúl, Tokio, Londres y San Francisco), Samsung buscó innovar en el segmento a través de la investigación de nuevos materiales y conceptos, teniendo como fin a la vez reflejar la cultura y filosofía de la empresa en sus equipos.

Según explicó Kyoung Hoon Kim, vicepresidente de diseño de TV de Samsung, en el Samsung Forum 2013 para América Latina, la evolución más importante del diseño de los televisores de la compañía surcoreana hace alrededor de cinco años, cuando despuntó el boom de los equipos LCD.

En ese momento, según explicó Kim, todos los televisores se parecían y las marcas producían equipos que resultaban prácticamente indistinguibles unos de otros. Su diseño estaba subordinado a su función práctica: las compañías priorizaban dar a conocer sus innovaciones tecnológicas por sobre exhibir un diseño nuevo o diferente, algo que quedaba en segundo plano.

 En ese marco comenzó Samsung a trabajar sucesivamente sobre el diseño de sus TV para conferirles identidad y separarlos del resto. La primera etapa, llamada “Estilo” por Kim, se define por el énfasis puesto en la búsqueda de una identidad diferencial a través de la inclusión de marcas definitorias en su diseño.

La línea Bordeaux, lanzada en 2007, sería un ejemplo de esa directriz, con su característica curva en la parte inferior del marco, donde se incluyó también un toque de color, que despegó las TV de la compañía respecto de las de las demás marcas.

La segunda etapa fue bautizada como “Emoción” por Kim. Durante este tramo, que comenzó alrededor de 2008, Samsung se focalizó en aumentar el tamaño de las pantallas de sus TV, una tendencia que perdura aun hoy, sin renunciar a un diseño cuidado de sus equipos.

En este periodo la empresa buscó desasociar sus TV de lo estrictamente práctico y funcional para convertirlas en no solo un artefacto más de la vida cotidiana, sino en una pieza más cercana a una obra de arte o una artesanía mediante el desarrollo de nuevos diseños y materiales similares al cristal, con infusiones de color. Un ejemplo de esta fase sería, por ejemplo, la línea Touch of Color.

Finalmente, la tercera y última etapa, a partir de 2011, se centra en dar valor perdurable a través del tiempo a los equipos y en apuntar a la interconectividad e integración de las TV con el ser humano, a la vez que buscar un diseño amigable a la naturaleza que contribuya a mejorar la vida de las personas.

En este sentido, esta fase tiene como objetivo evitar la sensación de volumen mediante la eliminación del marco grueso de forma tal que los usuarios dirijan su atención a la pantalla. La línea FS8000 es un ejemplo de esto, con su pantalla rodeada de un marco tan fino que resulta casi imperceptible.

Es en esta etapa también en la que se desarrolló también el S9, un equipo con una identidad clara, que se destaca a simple vista. Una de las ideas centrales detrás del S9 es dejar atrás el concepto de “TV como un artefacto más” para transformarlo en una pieza fundamental integrada con la decoración y el diseño del ambiente donde se lo ubica, sin sacrificar la innovación tecnológica.

“Teníamos que idear una identidad diferente más que desarrollar un diseño mejorado o evolucionado. También sabíamos que la identidad debía ser atemporal, porque las TV Premium tienen identidades únicas que no cambian fácilmente en el tiempo”, dijo Yunje Kang, vicepresidente senior de Visual Display Design de Samsung. “Es por esto que teníamos que desarrollar una TV de calidad superior con un carácter único y crear una nueva categoría de televisores”, agregó.

Al comenzar a idear este equipo Samsung evaluó que para poder tener una TV que perdure en el tiempo debía despegarse del diseño tradicional enfocado en el cuerpo clásico de la TV. Así, el marco, completamente diferente al de las últimas TV de la empresa, como el FS8000, se convirtió precisamente en uno de los elementos clave a la hora de lograr la identidad particular del S9 y uno de los focos principales del equipo de diseño de Samsung.

Por ese motivo, gran parte del esfuerzo de los diseñadores de la empresa encargados del S9 se destinó al desarrollo del marco. Los expertos debieron investigar nuevas formas de alojar los tornillos que ajustan los parlantes dentro del marco de forma tal de evitar la vibración producida por sus 120 vatios de potencia sin sacrificar el cuidado diseño del equipo. Las telas de los parlantes también debieron ser meticulosamente elegidas para no comprometer la calidad de sonido.

La parte trasera del S9 fue tan cuidadosamente planeada como la delantera, siguiendo el concepto “clean back”, que implica una disposición de los elementos de forma tal de lograr un anverso despejado, con la conectividad reducida a un único cable.

Además, se desarrolló un nuevo sistema para el baño metálico del marco que permitiera sumergir la pieza completa de una sola vez y obtener el aspecto deseado. Inclusive una nueva forma de embalaje fue diseñada: el marco viene separado de la pantalla, ya que según un análisis de Samsung, los ascensores de los hogares que alojan televisores de 75 pulgadas o más no son lo suficientemente grandes para albergar la caja que sería necesaria para transportar el equipo en una sola pieza.