Ayudan a que las empresas sean más flexibles y productivas, por medio de la coordinación e integración de sus procesos de negocios clave en un solo sistema que permite un flujo transparente de la información a través de la organización, de manera que se enfoquen en la administración eficiente de recursos y servicios al cliente.
El ERP puede ser una de las categorías de aplicaciones más importantes de una empresa. Es un sistema de aplicaciones integradas que gestionan recursos tales como los activos, financieros, materiales, recursos humanos, etc. A menudo, se incorporan módulos como CRM y BI (Inteligencia de Negocios, Business Intelligence) y se los presenta como un paquete unificado.
El principal objetivo de un ERP es centralizar todos los aspectos de un negocio a través de diferentes módulos -compras, ventas, logística y almacenamiento, gestión comercial y márketing, contabilidad, personal…- para que los empresarios puedan ahorrar tiempo, espacio y dinero. Así, se tendrá la información clasificada y organizada para los usuarios finales que administren las distintas secciones y departamentos. Estas aplicaciones se adaptan en función de los requerimientos de cada empresa. Se pueden aplicar a todo tipo de empresas, sin importar tamaño o actividad.
A pesar del contexto económico, las empresas siguen mostrando su interés en adquirir este tipo de soluciones empresariales y su adquisición sigue en constante crecimiento. La consultora Gartner realizó un análisis que señala para el 2012 un incremento del 4,5 % en la facturación global de este mercado. Ello supone que los distintos proveedores de aplicaciones corporativas facturarán 5.200 millones más que el año 2011.
Entre las aplicaciones empresariales que siguen alcanzando un mayor éxito comercial la consultora Gartner señala las herramientas de inteligencia de negocio (BI), las colaborativas, la gestión con clientes (CRM), la gestión de contenido digital (DCC) o la planificación de recursos (ERP), las de gestión de carteras (PPM) o de la cadena de suministro (SCM). Las ERP siguen siendo las aplicaciones empresariales en la que más se vuelve a invertir a escala global. El gasto estimado en este tipo de herramientas (entre las que SAP es el líder del mercado) es de 24.900 millones de dólares, seguidas por el BI y los CRM.
La situación financiera, las restricciones presupuestarias y el avance tecnológico tienen impacto en la forma en que las empresas optan por adquirir este tipo de aplicaciones. Cada vez más optan por herramientas basadas en la nube o en modalidad de pago por uso (Software-as-a-Service, SaaS). En ese sentido, los servicios de SaaS y aplicaciones cloud experimentarán, de acuerdo a las expectativas de la consultora Gartner, un crecimiento del 11%, y se prevé que pasará a más de un 16% en 2015.
Parece, a la vista de estos datos, que el camino hacia la nube es imparable sino ya una realidad y que se está comenzando a optar de forma decidida por las aplicaciones de uso corporativo en la nube.
Los servicios basados en la nube ofrecen oportunidades de crecimiento a los vendedores y proveedores, al poder mostrar a los clientes nuevas aplicaciones, permitir que las prueben sin grandes complicaciones y darles acceso a las últimas tecnologías y así migrar desde sus versiones de software y aplicaciones más antiguas.
Se generan así nuevas oportunidades de negocio, nuevas plataformas de desarrollo, reposicionamiento de modelos de negocio y propuestas de valor, simplificación de la gestión y administración de los servicios de IT.
Para las empresas proveedoras de este tipo de soluciones empresariales las oportunidades de crecimiento pasan por ofrecer a los clientes soluciones innovadoras, acceso a las últimas tecnologías y soluciones constructivas que le aporten valor y le permitan crecer.
Aunque el contexto económico actual parece que no es el idóneo para salir a vender servicios de IT, la forma de salir de la crisis es siendo proactivo, ir al cliente para ofrecerle soluciones constructivas que le permitan ahorrar dinero, pero al mismo tiempo ofreciéndole nuevas soluciones creativas que le permitan crecer.
Las Aplicaciones empresariales centradas en la nube ayudan a que las empresas automaticen el desarrollo de aplicaciones, presentan una arquitectura preparada para la nube, además de nuevas y mejores capacidades de gestión y una mayor utilidad, ayudando a las empresas y sus desarrolladores a reducir los tiempos de comercialización en la provisión de aplicaciones y costos operativos.
La nube crea muchas nuevas oportunidades de negocio. Por ejemplo, los servicios de asesoría van a ser muy demandados y existe una importante oportunidad en los servicios de integración, para integrar diferentes servicios cloud en la arquitectura IT que ya tiene una empresa.
Las aplicaciones en la nube además de ofrecer oportunidades de crecimiento tienen un riesgo que hay que asumir de forma que este compartida entre proveedores y clientes y tratar de acentuar los beneficios que generan.
En esta línea, la infraestructura en la nube permite que el cliente no tenga que comprar ni instalar nada, pueda acceder a las aplicaciones desde cualquier lugar y dispositivo sin tener que preocuparse de la complejidad del mantenimiento y con la ventaja de pagar por el servicio en función de los recursos usados. Por su parte el fabricante mejora su oferta y la excelencia del producto, al poder introducir mejoras de forma centralizada y no incorporando parches en cada una de las diferentes instalaciones realizadas, lo que supone un ahorro en los costos y un despliegue más rápido de actualizaciones en beneficio del cliente.
Hay en el mercado aplicaciones que están creadas para ayudar a las empresas a diseñar aplicaciones en la nube con facilidad, permitiendo a los clientes trasladar el desarrollo y la implementación de sus aplicaciones a la nube sin la necesidad de contar con nueva capacitación ni apartarse de las normas abiertas de la industria.
Las aplicaciones diseñadas para la nube poseen una arquitectura actualizada que puede ser fácilmente implementada en nubes privadas y públicas. Esto genera confianza en los desarrolladores y las empresas de que las aplicaciones desarrolladas hoy serán capaces de evolucionar a la par de sus requerimientos de arquitectura.
Poseen una gestión flexible y ofrecen a los desarrolladores la capacidad de gestionar aplicaciones y automatizar los procesos de implementación de aplicaciones y programarlas, sea que se utilicen en forma autónoma o integrada con sus propias herramientas de gestión, incluidas las nubes privadas. Esto permite a los grupos de IT concentrarse en la generación de nuevas capacidades en lugar de invertir recursos para dar soporte a las actuales aplicaciones.
Con respecto a la seguridad, debe ser un elemento fundamental en el diseño de los servicios y debe encontrarse en todas las capas de la infraestructura que utilicen, aplicándose de una forma cuidadosa por parte de todos los participantes. Empezando por el usuario, pero muy especialmente para todas las empresas a las que delega la correcta conservación de una información que es propiedad de sus clientes.
Podemos concluir que las aplicaciones empresariales tienen como objetivo ofrecer servicios a las empresas que le permitan realizar de manera optima la gestión de su información, tener un repositorio central para toda la información que es compartida por todas las diferentes facetas de ERP con el fin de facilitar el flujo de datos a través de la empresa. Las empresas necesitan distribuir aplicaciones de forma rápida y tienen presente el cloud como alternativa para conseguirlo, siempre que puedan hacerlo bajo sus propias condiciones localmente o en una infraestructura híbrida, ratificando el compromiso de la empresa con sus clientes.
Las aplicaciones empresariales entonces cuentan con una nueva arquitectura preparada para el cloud y con avanzadas herramientas de gestión y usabilidad, que a las empresas y desarrolladores a reducir los costes y el «time-to-market» para la distribución de aplicaciones.
Proporcionan a desarrolladores y empresas una solución de alto rendimiento y fácil manejo, diseñada para construir aplicaciones e integrarse en la cloud. También ofrecen mayor agilidad permitiendo llevar el desarrollo y despliegue de aplicaciones a la cloud sin necesidad de reconversión o de apartarse de los estándares del mercado.
La adopción de servicios cloud en Europa es bastante alta con un crecimiento entre tres y cuatro veces superior al del resto de la industria de servicio de IT. Las aplicaciones empresariales en la nube generan un negocio anual de unos 12.000 millones de dólares. El 45% de las empresas de Alemania, Estados Unidos, Australia y Reino Unido y el 52% de las francesas han adoptado servicios en la nube. En China, ese porcentaje pasará del 28% actual al 86% en sólo doce meses.