El iris o los latidos serviran como contrasenas

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Estas nuevas tecnologías han surgido por la preocupación general que hay por la seguridad y la privacidad.  Clef, una nueva empresa de San Francisco, ha desarrollado una aplicación móvil que permite enviar una clave encriptada desde una aplicación para móvil y hasta para un ordenador de sobremesa.  El punto débil de muchos de los nuevos aparatos que se conectan a Internet es proteger el acceso seguro, explica Jim Fenton, ingeniero de OneID.  Fenton explica que si se conectan estos aparatos a la internet, se tiene que disponer desde el punto de vista de la seguridad y de la comodidad.

Las herramientas de autentificación biométrica, como los lectores de huellas digitales, se han incorporado a los ordenadores portátiles, pero no siempre funcionan correctamente. Los sensores biométricos también plantean dudas sobre la seguridad. Cuando se anunció el sensor de Apple, se desataron las dudas sobre la privacidad en Internet, aunque la empresa explicó que las huellas dactilares de los usuarios se almacenarían únicamente en el teléfono; no se enviarían a los servidores de Internet ni se pondrían a disposición de los desarrolladores de aplicaciones. 

Fido Alliance es una coalición de empresas de hardware y software y trabaja en un conjunto de especificaciones alternativas a la contraseña que pueda servir a todo el sector. Las empresas afiliadas a Fido ya están probando productos, como los lectores de huellas digitales y los programas que reconocen rostro y voz.  En un futuro, la gente podrá iniciar sesiones en un portal de comercio electrónico, donde podrán hablarle al ordenador y comprar con solo una mirada.