Lecciones que deja el COVID-19

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Este año será recordado como un tiempo de cambio y transformación que atravesó el mundo en la historia moderna. El 2020 se ha enfrentado a una pandemia, que puso evidencia la vulnerabilidad de la humanidad.

El Covid-19 fue la variable que permitió medir el compromiso con la sostenibilidad del planeta y determinar qué tan conectados estamos con el medio ambiente, la sociedad y el mundo.

Los acontecimientos del 2020 demuestran la relevancia que tiene la reconstrucción de nuestra sociedad y de la economía, para evolucionar a un modelo más resiliente, equitativo y sostenible.

Trascendió que el 22 de agosto, la humanidad utilizó la totalidad de recursos que la naturaleza tenía disponibles para todo el año. En comparación con respecto al 2019, en el año en curso la demanda global de consumo habrá tenido una disminución cercana al 10%.

A pesar de este indicador, para la fecha la humanidad habrá talado más árboles de los que los bosques pueden renovar, capturado más peces de los que los océanos pueden reponer y emitido más dióxido de carbono en la atmósfera del que los ecosistemas están en capacidad de absorber.

Durante el 2020, la dinámica de consumo trajo cambios repentinos e inesperados. Esta es una situación que no se mantendrá y que se dio por cuenta de una situación adversa.

Es una crisis que plantea una gran oportunidad para enfocar los esfuerzos en el desarrollo del futuro que todos deseamos: uno en el que los humanos tengamos la oportunidad de progresar en el mundo. Es lo que hemos denominado la “Prosperidad de un Planeta”.

Para las organizaciones, la energía y la sostenibilidad se han visto realmente impactadas, por lo que líderes han visto como los objetivos, estrategias y recursos han sufrido cambios o han tenido que replantearse.

La disrupción será con seguridad parte de la nueva normalidad y teniendo en cuenta esto, hemos identificado tres lecciones con las que los profesionales podrán aprender de la crisis y enfocar sus esfuerzos a la recuperación. La transición hacia la prosperidad del planeta requiere un diseño cuidadoso de todos los sectores de la economía teniendo como base una relación estrecha con el medio ambiente.

Son necesarias soluciones diseñadas para mejorar la vida de las personas, que sean compatibles con los límites ecológicos del mundo: “Prosperidad de un Planeta”. En el futuro, las empresas cuya oferta ayuda a la humanidad a prosperar dentro del presupuesto y límites de recuperación del planeta tienen más probabilidades de ser resilientes y más rentables, incluso en tiempos difíciles como el actual.

1. Mentalidad preventiva

Las organizaciones están frente a una gran oportunidad de convertirse en un modelo disruptivo si deciden adoptar una mentalidad preventiva con enfoque en sostenibilidad. Algunos han llamado a la problemática del COVID-19 “la prueba” para futuras crisis climáticas. Las decisiones que tomen las empresas en los próximos meses serán los ejes que permitirán transformar la salud y la resistencia a largo plazo de sus negocios.

2. El propósito

Los líderes empresariales enfrentan numerosos desafíos que constantemente retan la continuidad del negocio. No es de extrañar, entonces, que los índices de sostenibilidad tuvieran un comportamiento significativamente mejor durante la pandemia que en otros periodos.

Aquellas empresas comprometidas con sus empleados, clientes, comunidades, proveedores, inversionistas y el planeta, las que han implementado iniciativas muy creativas durante la coyuntura, convirtiendo esta contingencia en una gran oportunidad, lo que les da una gran ventaja de posicionamiento y crecimiento en la era post pandemia.

Frente a la contingencia mundial, Schneider Electric ha creado el fondo Tomorrow Rising Fund con el objetivo de ayudar a las comunidades a superar la crisis a través de proyectos que van desde el entrenamiento en habilidades vocacionales hasta la creación de oportunidades.

Actualmente, en la región andina junto con varias fundaciones y sumado al compromiso de nuestros colaboradores nos unimos para apoyar a personas que viven en los asentamientos informales en los países del clúster andino y que han tenido dificultades para mantener el aislamiento preventivo. En conjunto, les hemos proporcionado alimentos sanos y kits de aseo a familias ubicadas en zonas vulnerables.

3. Flexibilidad, sostenibilidad y resiliencia

La capacidad de los empresarios para moverse y acoplarse al movimiento disruptivo es la clave del éxito. Quienes han sufrido caídas en sus índices de venta han reaccionado rápidamente de formas inesperadas para satisfacer las nuevas demandas.

Algunas empresas incursionaron en el mercado de los geles antibacteriales, los restaurantes comenzaron a despachar más domicilios, las salas de cine se trasladaron a los parqueaderos de los centros comerciales. Estos son solo algunos ejemplos de cómo la industria y algunos sectores se reinventan para adaptarse frente al cambio.

La «nueva normalidad”

El gran desafío de la industria es transformar la actual crisis en una oportunidad y prosperar de la mano de los recursos ecológicos que nos provee el medio ambiente.

Sí, el día de sobregiro de la Tierra tuvo tres semanas de retraso, pero no es un motivo suficiente que garantice la sostenibilidad en el futuro y la de los jóvenes. El objetivo no es superar la capacidad de suministro de la Tierra antes del 31 de diciembre.

En el 2019, Schneider Electric en conjunto con Global Footprint Network diseñaron una brújula de “Prosperidad de un Planeta”. En el 2020 han lanzado un E-Book en el que se dan a conocer empresas cuyos productos y servicios ayudan a garantizar la permanencia en el tiempo de la humanidad contribuyendo al #MoveTheDate del Earth Overshoot Day.