La era del notebook gamer

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El retail se ha especializado en diversificar y ofrecer un abanico importante de equipos que, pese a sus atributos, muchos carecen de lo que se necesita para soportar el rendimiento que requieren los videojuegos de hoy en día, es aquí donde entran los famosos notebooks gamer.

Diversos comercios sorprenden con más memoria RAM, mejor procesador, pantallas grandes, teclados ergonómicos y productos innovadores donde hoy dividiremos las aguas.

Los notebooks convencionales poseen características que los hacen muy portables, ergonómicos, precisos y que han sido fabricados para tareas cotidianas sin mediar mayor esfuerzo.

Hoy la tendencia es el notebook gamer; portátiles armados, acondicionados y preparados para soportar el castigo de los jugadores exigentes. En una industria donde los videojuegos, y ahora último los esports, exigen lo mejor de lo mejor.

¿Cuál es la diferencia entre un notebook convencional y uno gamer?

El precepto base es que ni por fuera ni por dentro los notebooks convencionales y los gamers son iguales. Los primeros tienden a ser más sobrios, con colores comúnmente usados y por lo general bastante livianos.

Por otro lado, los notebooks gamer por fuera son más pretensiosos: una cobertura diseñada para capturar la atención del comprador, una cubierta que grita “poder” por todos lados. El rojo es el común denominador y sus esquinas puntiagudas son señal de “peligro”. Son más grandes, más pesados, con teclas retroiluminadas en muchos casos del tipo RGB y su teclado puede tener incluso funciones especiales para jugadores.

Por dentro es un mundo diametralmente distinto; un notebook convencional, en el común de los casos, tienen un procesador medianamente bueno, memorias RAM comunes y tarjetas de videos integradas (tarjetas de video que vienen incorporadas en la placa madre o en el CPU).

En el caso de los notebooks gamer hay que analizar varios aspectos que hacen de estos portátiles una compra necesaria al momento de hacer la transición entre lo convencional y lo atrevido. Esto no tan solo entrega una maquinaria de juego potente, sino que elevan bastante el costo. Y surge la pregunta: ¿Vale la pena gastar tanto dinero en un notebook gamer?

Dos respuestas aparecen al instante:

Sí, vale muchísimo la pena.

No, no es un gasto. Es una inversión.

Mientras que el notebook convencional posee componentes que tienen un grado de obsolescencia mayor, los notebooks gamers están compuestos de partes que resisten más y tienen una vida útil más extensa.

Su procesador, por lo general, es de última generación y garantiza varios años de utilidad. Las memorias RAM en muchos modelos están especialmente diseñadas para la cantidad de información que tienen que almacenar y procesar. Mientras más exigente el programa, mejor debe ser la memoria RAM para que trabaje en conjunto con el buen procesador.

La tarjeta gráfica, de un notebook gamer que se respete como tal, no será jamás integrada, sino que dedicada. Esto quiere decir que no es parte ni del procesador ni menos de la placa madre.

Estos atributos anteriores aportan consistencia al desempeño de un notebook gamer, pero junto a este gran poder viene un gran enemigo: la temperatura.

El trabajo (y exceso de este) en los componentes elevan la temperatura interna del notebook que pueden generar daños y mal funcionamiento.

Diversas son las marcas que han intentado entrar y cautivar al comprador con la eterna promesa de rendimiento, poder y comodidad. En este aspecto, ASUS con su división Republic of Gamers, ha sido líder en experiencias de juegos.

Republic of Gamers posee varios modelos en los cuales el tema del enfriamiento ha sido núcleo importante del desarrollo, porque se sabe que un computador a buena temperatura es un computador que funciona bien.

La particularidad de los notebooks gamer, de la tremenda potencia taiwanesa, es no tan solo contar atributos superiores, sino que ignoran los límites de la obsolescencia y aseguran una vida útil que harán sentir al usuario orgulloso de la inversión.

ROG Strix SCAR II y ROG Chimera son dos modelos que vienen con el sistema Anti-Dust Cooling System que no tan solo ayuda a mantener una temperatura constante, sino que protege el interior de los equipos, enviando el polvo hacia afuera.

En procesadores, Republic of Gamers va a la vanguardia; varios de los últimos modelos integran Intel Core i7 de octava Generación como el ROG Strix SCAR II y el ROG Zephyrus M. Por otro lado, el ROG Chimera es el único equipo de ROG, hasta ahora, que está armado con el poderoso Intel Core i9 de 8va generación.

Tener un buen procesador se ha vuelto clave, pero lo que juega un papel importante en un notebook gamer es el motor gráfico; los equipos de Republic of Gamers pueden incorporar desde una tarjeta GTX1050 – GTX1050Ti para gaming de entrada, GTX1060 para gaming avanzado y GTX1070 – GTX1080 para gaming extremo, tomando también en cuenta el tipo de gamer y el bolsillo.

Estos atributos no tan solo son parte de un poderoso notebook gamer dedicado 100% a los juegos, sino que han sido cuna de muchísimo contenido audiovisual. Contenido al que se tiene acceso gracias a los famosos streamers; influencers que gracias a sus producciones, transmisiones y material han marcado pauta sobre generación de contenido propio de valor que las marcas buscan para diversificar sus productos.

Estos contenidos son gracias a que los streamers pueden jugar, grabar y/o transmitir en simultaneo debido al poderío de sus notebooks gamers; computadores con componentes aptos para este nivel de exigencia en donde la inmediatez, la velocidad de conexión y la creatividad se fusionan para permanecer creando, innovando y difundiendo contenidos.