En 2050, los ancianos representarán el 16% de la población mundial. Esto significa un 1.500 millones de personas mayores de 65 años, según la Oficina de Referencias sobre Población de Estados Unidos. Cuidar de esos adultos mayores —física, emocional y mentalmente— será un trabajo enorme y los expertos piensan que no habán suficientes profesionales capacitados o que deseen asumir esta enorme responsabilidad. Antonio Espingardeiro, experto en robótica y automatización de la Universidad de Salford en Manchester, Inglaterra, piensa que se deben encontrar mejores recursos y nuevas formas de mantener la calidad del cuidado de las personas mayores.
Espingardeiro es ingeniero de software y está cerca de completar su doctorado en nuevas clases de interacción entre humanos y robots. Desarrolló un modelo de robot para el cuidado de ancianos, el P37 S65, el cual puede supervisar a los pacientes mayores y comunicarse con los médicos, todo mientras brinda cuidados y compañía. Para él, los robots pueden cubrir varias de las necesidades de una población que está en proceso de envejecer. Los robots contienen sensores y cámaras con el propósito de supervisar a una persona anciana, asegurarse de que tome sus medicamentos a la hora correcta o que no se caiga. Los robots también podrían charlar con las personas, haciéndoles preguntas o entreteniéndolos con juegos mientras registran su progreso o el deterioro de su memoria.
Por medio de la pantalla del robot, un médico podría visitar con mayor frecuencia a su paciente y podría controlar la máquina a distancia para que realice tareas sencillas, como tomar los signos vitales. Los familiares podrían comunicarse a distancia con un padre o un abuelo a través de un robot de presencia a distancia: sería como tener Skype. En las casas de reposo en Japón ya se experimenta con robots para el cuidado de los ancianos. El Palro mide apenas 30 centímetros de alto y tiene forma de persona, con brazos, piernas y cabeza. Puede sostener conversaciones sencillas y jugar juegos.
Espingardeiro predice que podrían pasar 25 años más para que sea factible un cuidado robótico total. Los investigadores aún deben seguir mejorando la confiabilidad de los robots y trabajar en el reconocimiento semántico y de patrones. La robótica de cuidados de asistencia se beneficia de las investigaciones en otros sectores, como el espacio y la defensa, en donde cuentan con presupuestos mayores.
