La seguridad y el internet de las cosas

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Al hablar del Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) se hace referencia a todo aquel artefacto  que está  conectado a Internet, las cuales a medida que pasa el tiempo son más, tanto a nivel doméstico como a nivel profesional. Hoy en día son muchos los dispositivos de seguridad basados en IP que sustituyen los antiguos sistemas analógicos, por lo que los fabricantes de productos de seguridad tienen el desafío de ayudar a los usuarios a integrar el enorme volumen de información generado por el IoT en sistemas de inteligencia empresarial realmente eficaces.

El camino hacia el diseño de dispositivos inteligentes empezó en 1995. En aquel entonces, la tecnología de los clientes livianos era una apuesta liderada principalmente por Oracle y Netscape. Esta solución permitía a las empresas poner en manos de múltiples usuarios una mayor potencia de procesamiento, gracias a la posibilidad de compartir un servidor común de gran capacidad. Luego Axis replanteó el concepto del cliente liviano e inventó la denominada tecnología “Thin server”, con el fin de disponer de una red más inteligente y conseguir que los dispositivos que compartían la infraestructura fuesen más baratos y fáciles de gestionar. Este movimiento conectaba perfectamente con la idea de ampliar los horizontes de un negocio. La tecnología Thin server no tardó en convertirse en la referencia para el desarrollo de sistemas de servidores para la conexión de casi cualquier equipo a la red, desde sistemas de almacenamiento ópticos o domótica hasta trenes en miniatura o luces de Navidad.

Posteriormente, las primeras cámaras de red se introdujeron en 1996 y, en 1999, pasaron a integrar LINUX para crear una arquitectura abierta que convirtiera los dispositivos de vigilancia de red en soluciones prácticas para el conjunto del sector de la seguridad. En los últimos años, ante las expectativas generadas por la tecnología IoT, los productos de seguridad basados en el concepto de IoT aguardan también su oportunidad. Estos dispositivos pueden obtener y compartir automáticamente datos útiles con otros dispositivos IoT.

Otros terrenos en los que la tecnología IoT puede resultar de gran ayuda, son los terminales de emergencias. Los termostatos inteligentes, por ejemplo, envían alertas a los propietarios de una vivienda mientras están de viaje. Las cámaras espía permiten a los padres vigilar qué ocurre en casa con sus hijos mientras están con su niñera. Y algunos refrigeradores inteligentes incluso encargan automáticamente determinados productos cuando empiezan a agotarse.

En el mundo de la seguridad, las soluciones IoT ayudan a las empresas a gestionar todos sus sistemas de seguridad, desde sensores de intrusión y alarmas de incendios hasta sistemas de videovigilancia, control de acceso, altavoces, terminales de emergencia o intercomunicadores con video desde una sola plataforma. Los dispositivos de supervisión IoT pueden incluso asociarse a sistemas de control ambiental, para que los sistemas de calefacción, ventilación y refrigeración de un edificio funcionen dentro de unos determinados parámetros.