La compañía tiene como objetivo que estos relojes se puedan suplir a un entrenador personal; especialmente el primero, ya que ofrece una gama más alta, y tiene funciones donde recomienda el tiempo de recuperación, predicciones de carrera y una estimación de VO2. Esta cifra mide el volumen máximo de oxígeno que una persona puede consumir por minuto y por kilogramo de masa, dependiendo de su rendimiento. Incluye un plan de recuperación que alerta al corredor del tiempo que debería dejar pasar antes de volver a participar en otra carrera.
Se han incorporado otras herramientas a estos relojes, como un acelerómetro para medir la distancia recorrida y el ritmo. Forerunner 620 y 220 proporcionan tres métricas: cadencia (pasos por minuto), oscilación vertical y el tiempo de contacto con el suelo mientras se corre. El smartwatch de Garmin también se puede usar en redes sociales, donde el usuario puede comparar resultados con otros corredores, así como el notificar al corredor de su mejor tiempo. Forerunner 620 tiene una pantalla táctil, mientras que Forerunner 220 funciona mediante los botones tradicionales. Ambos son resistentes al agua, con una batería que dura 10 semanas en modo reloj y hasta 10 horas en el modo entrenamiento.